“El hijo honra a su padre, y el siervo a su señor. Pues si Yo soy padre, ¿dónde está Mi honor? Y si Yo soy señor, ¿dónde está Mi temor?», dice el Señor de los ejércitos a ustedes sacerdotes que desprecian Mi nombre.” Malaquías 1:6

Antes de dar estar palabras Dios les había recordado a Israel como El los había amado y cuidado. Debemos de entender que Dios salvó a Israel multitudes de veces y los llevaba en Sus manos a la tierra prometida. Dios esperaba algo de Israel, que ellos fueran un ejemplo para el mundo de como un pueblo puede vivir con Dios. Pero Israel no hizo esto, no fue un ejemplo para el mundo y ahora Dios les pregunta en donde esta el honor y el temor hacia El. Israel se había desviado del propósito de Dios, al punto que los sacerdotes estaban dando los peores sacrificios a Dios. El verso 8 nos dice  “Y cuando presentan un animal ciego para el sacrificio, ¿no es eso malo? Y cuando presentan el cojo y el enfermo, ¿no es eso malo? ¿Por qué no lo ofreces a tu gobernador? ¿Se agradaría de ti o te recibiría con benignidad?» dice el Señor de los ejércitos.” El pueblo no aprecio quien Dios es y la providencia de Dios y le dio los restos, la ofrenda que no tenia valor.

Y si reflejamos, muchos vivimos como este pueblo. Dios diariamente nos da ver el amor y cuidado que tiene sobre nosotros, diariamente vemos que vamos a la vida eterna en la mano de Dios. ¿Pero como nosotros damos a ver nuestro agradecimiento? Muchos le decimos gracias dándole las sobras, la ofrenda que no duele y no tiene valor. Un predicador una vez dijo en un evento “los restos solo se los damos a los perros y no a Dios.”

¡Dios se merece lo mejor de cada uno de nosotros!

Creo que este es el día que podemos reflejar que es lo que estamos dando a Dios. Y si tu eres como muchos que hemos estado dando las sobras, este es el día que puedes arrepentirte y puedes comenzar a darle lo mejor a El.

¿Que es lo mejor? Pablo escribe en Romanos 12:1 “Por tanto, hermanos, les ruego por las misericordias de Dios que presenten sus cuerpos como sacrificio vivo y santo, aceptable a Dios, que es el culto racional de ustedes.”