Cuando el Rencor te Ciega

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A final del libro de Jonás, Dios nos da a ver que un problema que Jonás tiene es el enojo y resentimiento. Dios le dice en Jonas 4: “tienes acaso razón para enojarte?” Jonas estaba muy enojado con Dios por que Dios es “lento para la ira, compasivo y muy misericordioso.” Dios en su soberanía salva a 120,000 personas en Nineveh. Jonás no pudo apreciar este milagro y el amor de Dios para estas personas, por que el tenía rencor. El resentimiento y rencor hacia Nineveh era tan grande, que no dejó que Jonás viera la majestad de Dios y apreciar sus bendiciones.

Jonás al esperar por lo que Dios iba a ser, fue a esperar bajo el calor y el sol, y ahí Dios levanta una planta que le da a Jonás sombra. Al día después, Dios manda un gusano para que destruyera la planta. Otra vez Jonás se enojó y una vez más Dios le pregunta en el verso 9. “Tienes acaso razón por enojarte a causa de la planta?” La verdad que Jonás no tenia razón para enojarse ya que la planta era una bendición de Dios y Jonás no se la merecía, pero por el rencor y el enojo de Jonás, el no pudo apreciar quien Dios es y las bendiciones que Él da.

Muchos somos como Jonás, nuestros resentimientos nos llevan a estar enojados y ser reconrosos, y por esa razón no podemos apreciar quien es Dios y sus bendiciones en nuestras vidas.

Oremos que nuestros corazones dejen toda amargura, resentimientos y enojos para poder apreciar quien Dios es y todo lo que Él nos da, aun sin merecernos nada.